En el colegio no nos enseñan psicología ni, lo que a mi parecer es más importante, ninguna de sus herramientas. Hemos aprendido cuáles son los ríos de la península ibérica pero no sabemos si estamos gestionando una situación social de la mejor manera o si las emociones que estamos sintiendo están siendo o no adaptativas. Y el mayor problema de esto es que no solemos tener a quién preguntar. Alguien que tenga ese mapa que no nos han enseñado y nos pueda dar alguna orientación que nos ayude a avanzar por el camino más saludable. El recurso de Orientación Psicológica está para esto. Para poder ayudarte en un tema o situación puntual o para acompañarte de manera más periódica, señalándote aquello que te pueda ayudar y proponiéndote alternativas, tareas y modos que te permitan crecer en el camino. Este es un recurso que en ocasiones he incluido también dentro de procesos terapéuticos y, aunque no es exactamente lo mismo cuando se trabaja de manera independiente, los resultados han sido espectaculares. Vamos a ver algunos ejemplos de situaciones en las que podría ser útil este recurso:

• «Estoy de exámenes y me está costando gestionar la ansiedad». Por supuesto, te pediría más datos, como desde cuándo te ocurre, intensidad, etc y en el caso de que viéramos que es algo puntual te daría recursos para gestionarlo. Este tipo de recursos pueden ser desde explicaciones sobre cómo funciona la ansiedad en ese momento, herramientas para reducirla y propuestas de ejercicios para relacionarte de una manera diferente con esta emoción y con la situación. Si juntos/as valoráramos que puede venir bien, te acompañaría en el proceso de implantar esas herramientas para que fuera lo más eficaz posible.
• «Me gustaría cambiar de trabajo pero temo que sea un error». Una vez más, esto es el titular, necesitaría que me contaras con más detalle para poder orientarte. Una vez conocidos los detalles a través de tu correo, te propondría reflexiones a hacer o ejercicios que te ayudaran en la toma de decisiones.
• «Me gustaría implantar x hábito saludable en mi vida pero no sé cómo hacerlo». En este caso te propondría una orientación más continuada en la que ir trabajando juntas para implementar ese hábito, revisando de manera continuada los progresos y atajando cualquier problema que pudiera surgir.
• «Estoy intentando mejorar varios aspectos de mi vida y me gustaría tener un acompañamiento para supervisarlos». También puede ser que tú mismo/a ya estés haciendo trabajo para aumentar tu bienestar emocional, a través de herramientas de un proceso terapéutico pasado, por un libro que te has comprado o por conocimientos que te han ido llegando y lo que quieres es que podamos ver juntos los avances, detectar los posibles problemas y aprender del camino que estás recorriendo.

La cantidad de ejemplos que podríamos ver es prácticamente infinita pero creo que con estos más o menos te muestro en qué consiste esto de la orientación psicológica. De todas formas, si ves que no te acaba de quedar claro, pregúntame y te respondo con total sinceridad si este es el mejor recurso para ti.