Cuando hablamos de duelo nos referimos a la reacción emocional normal ante una pérdida. De esta definición es importante recalcar dos aspectos. El primero es que es una reacción normal. Es decir, que pese a que las emociones que sentimos en esas situaciones puedan ser desagradables, son totalmente naturales y nos facilitan el procesamiento de la pérdida.

El segundo aspecto importante es que se da como reacción a una pérdida. Me gusta resaltar este punto por que a menudo pensamos que el duelo únicamente aparece ante el fallecimiento de una persona querida, o si acaso ante una ruptura de pareja, y nada más lejos de la realidad. Este proceso aparece como respuesta ante la situación de que algo que antes teníamos y valorábamos, ya no está. Esto puede ser un trabajo, una cualidad física o psicológica, una amistad, etc.

«La elaboración del duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida de lo que no está, valorar su importancia y soportar el sufrimiento y la frustración que comporta su ausencia.» Jorge Bucay

El duelo es como un camino que tendremos que ir recorriendo. A través de él, tendremos que recolocar cosas, personas y situaciones, transitar por las emociones que nos genera y encontrar qué posición ocupamos nosotros en esta nueva realidad en la que aquello que hemos perdido, ya no está.

Este camino, aunque por momentos será costoso, nos permitirá procesar de manera adecuada la pérdida y contar con un conocimiento más profundo de nosotros/as mismos/as.