– La mayoría de la gente está atrapada en su armadura– declaró el rey.
– ¿Qué queréis decir?– Preguntó el caballero.
– Ponemos barreras para protegernos de quien creemos que somos. Luego un día quedamos atrapados tras las barreras y ya no podemos salir.
– Nunca pensé que vos estuvierais atrapado, rey. Sois tan sabio... – Dijo el caballero.
El rey soltó una carcajada.
– Soy lo suficientemente sabio como para saber cuándo estoy atrapado, y también para regresar aquí para aprender más de mí mismo.
El caballero de la armadura oxidada
Igual que el rey y el caballero, en algún momento de nuestra vida todos/as podemos sentirnos atrapados/as por una armadura. En ocasiones somos nosotros/as mismos/as los que nos la ponemos para protegernos y en otras, las condiciones externas nos oprimen como si de una armadura se tratara.
Mi nombre es Raquel Hernández, soy psicóloga sanitaria y mi carrera profesional se ha centrado en entender por qué aparece esa armadura y qué necesita cada persona para avanzar en su día a día sin esa pesada carga.
En ocasiones el miedo deja de ser adaptativo y se convierte en nuestra mayor fuente de sufrimiento.
A través de la psicología podemos abordar gran variedad de problemáticas como la ansiedad, los procesos de duelo, las adicciones y un largo etcétera, así como profundizar en el conocimiento de uno/a mismos/as desarrollándonos personalmente y adquiriendo herramientas para mejorar el día a día.
Uno de los cuadros con los que habitualmente trabajo en terapia son las adicciones.
Comúnmente, cuando nos referimos a este trastorno tendemos a pensar en las dependencias químicas (alcohol, cannabis, cocaína, etc), pero no son las únicas.
En esta noticia del informativo de La Sexta, hablo sobre las consecuencias de una de las adicciones sin sustancia mas presentes en nuestro día a día: la adicción al móvil.